Que el mundo supiera del uso de Pegasus, un software de espionaje telefónico, por parte de varios países en el mundo incluyendo México, confirmó las sospechas sobre la intervención de comunicaciones civiles y con usos adicionales a la seguridad nacional. Extraer información de cualquier usuario se volvió común y reveló que para usos políticos y electorales se intervinieron dispositivos móviles de miembros de diversos sectores. Periodistas, empresarios fueron víctimas de un malwareSe considera como malware a cualquier aplicación que efectúa operaciones no autorizadas con el propósito de causar daño al dispositivo, al usuario o a la empresa. La cantidad de malware existente para estos dispositivos ha crecido exponencialmente en los últimos años. Muchas aplicaciones se hacen pasar por otras para que el usuario las instale. Estas incluyen software malicioso que, al... que se instalaba por medio de una llamada a Whatsapp que para ingresar al equipo, ni siquiera debía ser aceptada por el usuario.
Diversas organizaciones a favor de los derechos digitales denunciaron el uso del software de NSO vulneró más de 1400 teléfonos en 20 países. Utilizar la tecnología espía es una estrategia que se usa para el combate del crimen y el terrorismo, sin embargo, estas herramientas se han mal usado para el espionaje telefónico hacia defensores de derechos humanos, activistas, objetivos políticos y empresariales, comunicadores y civiles.
Aunque NSO Group ha demostrado que la responsabilidad y ética en el uso de su tecnología corresponde al contratante de la tecnología, que los gobiernos se han comprometido a eliminar las malas prácticas y sobre todo el espionaje que vulnere los derechos civiles, no siempre corresponde a lo ocurrido en la realidad, pues el espionaje es una práctica que trasciende gobiernos, se modernizan y amplían sus objetivos.
Además de Pegasus en México se usan otras tecnologías de espionaje
En el discurso el gobierno se ha comprometido a detener todas las actividades de espionaje en la práctica esto continúa y afecta ciudadanos que no pueden tener la certeza de que la información que se procesa en sus teléfonos móviles realmente está segura. Tan sólo unos meses atrás se encontró que la zona de Palacio Nacional estaba rodeada de antenas espías capaces de extraer paquetes de datos de teléfonos móviles. El hecho es tan importante que no sólo fue tema en medios locales; a nivel internacional la prensa destacó la presencia de dichas antenas y se calificó de grave, pues es un testigo de que el espionaje continúa.